En el año 2016, mientras me encontraba cursando el undécimo grado, tuve la oportunidad de unirme a la organización de Ciudad Museo. Como parte de mi primera experiencia en la creación de murales, el primero con el que comencé a trabajar fue uno dirigido a crear conciencia sobre la deforestación. Este lleva como nombre “La Ceiba habla por los Otros”, en donde se incluye como imagen principal el árbol nativo de la ceiba nuestros árboles nativos, la Ceiba, diseño que fue creado por Bryant López. Luego, se integró junto a la Ceiba una figura femenina con un fondo en atardecer y varios árboles cortados. Comenzando nuestro proyecto, el primer paso era preparar nuestro gran canvas blanco en una de las paredes del edificio cercano a la escuela bilingüe Alcides Figueroa en Añasco. En esos tiempos, todxs los miembros de la organización nos encontrábamos cursando la escuela superior. Así que la mayoría de los días de trabajo consistían en fines de semana y horas luego de que salíamos de clase. Sin dejar que esto nos limitara, fuimos limpiando el área de basura, creando la forma de la Ceiba, mezclando colores y creando trazos. Para mí, al ser mi primera experiencia con un mural tan grande, estuvo lleno de mucho aprendizaje personal y en el arte. Bryant como líder, nos ayudaba a que aprendiéramos varios conceptos de las artes visuales como por ejemplo el mezclar correctamente los colores.
Dentro de este, fueron varias las semanas que tardamos en tener un resultado completo debido a cambios que se tuvieron que hacer mientras se trabajaba, al igual que al mismo tiempo se estaba planificando su inauguración. Tuvimos desde lluvias inesperadas y cambios en el diseño de la cara femenina en el árbol.
Pero, aunque fueron un poco limitantes al principio, logramos poder terminarlo justo a tiempo para la inauguración. Dicha actividad se llevó a cabo el 3 de marzo del 2017 en los predios del mural. Pero con la situación del mal clima, nos topamos con que durante ese día la lluvia no cesaba, lo cual nos comenzaba a causar muchos nervios y miedo a que no se pudiera dar la actividad. Con toda y la situación de la lluvia decidimos seguir con la misma esperanzados que se pudiera dar exitosamente. Lo cual así fue, pudimos inaugurar oficialmente el mural con mucha alegría y emoción. Fue una noche que definitivamente llevo muy cercana a mi, ya que fue esa primera experiencia de estar en el proceso de un mural. Donde todo el trabajo de verdad valió la pena. En donde se vio reflejado en esa celebración que pude disfrutar junto a mis amigos, maestrxs, compañerxs de escuela y de la organización de Ciudad Museo.