DE SALÓN A TALLER DE ARTE DE CIUDAD MUSEO
Por: Krystal Romero
Fecha: 10 de diciembre de 2021
Nuestro espacio comenzó siendo un salón blanco y vacío, localizado en la parte trasera del edificio que una vez había sido la escuela que dio origen al proyecto comunitario, hoy una organización sin fines de lucro. La misma terminó por mudarse de local, por lo que ahora la estructura pertenece al Municipio de Añasco, el mismo que la quiso convertir en una Academia de Bellas Artes y Deportes, contando con programas gratuitos para los/as niños/as del mismo pueblo. La Administración del pasado Alcalde de Añasco Jorge Estévez fue responsable de cedernos las facilidades en el 2018, luego de evaluar nuestra propuesta, con la visión de que continuáramos desarrollándonos, haciendo murales y ayudando a las comunidades del área Oeste de Puerto Rico. En la inauguración del nuevo taller, junto a la Academia de Bellas Artes de Añasco, los integrantes de Ciudad Museo mostraron al público invitado en modo de galería, obras individuales colgadas en las paredes y algunos de los bocetos de los murales que ya habíamos realizado colectivamente hasta ese momento.
Adicional a su remodelado interior, la fachada trasera también cuenta con el diseño de un gran mural hecho por nosotros/as el cual decidimos titular Manos a la obra, realizado un año antes en el 2019. El mismo surgió de la idea de querer hacer una composición que incluyera imágenes de diferentes murales hechos por Ciudad Museo, creando del mural un tipo de collage, que además hace referencia al mural que se encuentra al otro extremo del edificio. Hecho por el reconocido muralista puertorriqueño David Zayas, en el 2015, como parte de una iniciativa del Instituto de Cultura Puertorriqueña en la antigua Escuela Sergio Ramirez de Arellano-Hostos; ya que para nuestros inicios este evento y su proyecto fue una fuente de inspiración para nosotros/as. Y a partir del 2018, en este espacio, hoy nuestro Taller de arte, nacen la mayoría de nuestras ideas, y aquí es donde planificamos y maquinamos nuestras movidas, usando el arte del muralismo como remedio, siempre imaginando un mejor porvenir.